RENACEN SIMBOLOS DE VALOR SOCIAL

Luis Lopezllera Mendez

. . . . . "La guerra es tan importante que no hay que dejarla en manos de los militares". Parafraseando a Clemenceau podriamos decir que la economia es tan importante que no hay que dejarla en manos de los economistas. Podriamos decir lo mismo de la banca y los banqueros.

. . . . . La sociedad esta obligada, por las terribles circunstancias que hoy sufre, a revisar y refundar sus instituciones en base a los principios elementales de convivencia y progreso material y espiritual. Cuenta para ello con los valores eticos fundamentales de respeto a la vida, la convivencia y el trabajo creativo, el instinto gregario y el sentido comun en la base de toda personalidad individual y colectiva, los aportes de la tecnologia moderna universal y las lecciones histuricas. Todos resultamos victimas de un sistema mortalmente enfermo.
Estamos ya en el vertice de una crisis civilizatoria, donde un simbolo caracteristico, el dinero, no significa mas valor real, abusa de la credulidad y nos sujeta a una serie de fenumenos destructivos -manipulaciun, usura, especulaciun, inflaciun, devaluaciun, crimen, opulencia y marginaciun- para lo cual las fuerzas tradicionales y dominantes del Estado y del Mercado no tienen ya verdadera soluciun. Es cierto que dicho dinero vuela y se concentra en muy pocas manos, mediante mecanismos casi invisibles. Pero es cierto tambien que valores naturales, vitales y sociales, estan constantemente operando, fuera de los reflectores del poder, en forma anunima, sin dinero y sin cuenta. Modos de vida digna y sostenible se encuentran en la base de familias, comunidades, pueblos y sociedades, donde los valores autenticos de solidaridad, aun en medio de desastres de toda indole, no son destruidos, todavia, por el sistema dominante. Para quienes evaluamos la importancia de esta otra economia, invisible -invisible para quienes solo buscan dinero-, nos resulta inmensa. Esta economia invisible es basica, sin ella no existiria la hoy dominante, y si se cuantificara en cifras, resultaria incomparablemente mayor. Se ha perdido contacto con la realidad. Muchos economistas trabajan con indicadores estadisticos y ciertas medidas y ecuaciones que en si mismas resultan falsas o manipulables. Ignoran muchas otras realidades que no encajan en sus calculos simplemente porque no las pueden "medir" cuando no corromper con el peso o el dular.

La inmensa riqueza de la gente Cuanto vale el amor y cuidado maternal hacia los bebes y niŅos de todos los hogares? Cuanto vale el cuidado de los ancianos en el Tercer Mundo? Cuanto vale el respeto y el cuidado de la tierra, la selva, los rios, los lagos y toda la flora y fauna que tantos campesinos responsables procuran a pesar de los avances de una civilizaciun depredadora? Cuanto vale una economia domestica que implica trabajo, producciun y servicio sin comercializarse pero que da sustento real a las familias? Cuanto vale la riqueza simbulica de los miles de culturas nativas diferentes en el mundo, cosificadas en parte por un turismo mercantil pero, en su autenticidad, imprescindibles para enriquecer el pluralismo de identidades de la humanidad? Cuanto vale el trabajo voluntario de miles y miles de organizaciones no gubernamentales de servicio social? Y para la salud del planeta, cuanto valen las reservas de petruleo bajo la tierra, resultado de billones de aŅos de "sabiduria cusmica" y cuanto valen sacadas al exterior para derrocharlas contaminando el ambiente y amenazando el equilibrio ecolugico? Cuanto valen las selvas tropicales que nos proporcionan oxigeno, hoy en vias de extinciun? Atender esta reflexiun implica un giro de 180 grados. Muchos pobres resulta que son ricos apreciados con otros modos de ver. Muchos recursos naturales hoy baratos resultarian reapreciados en forma tal que no se pudieran derrochar. Y muchos multimillonarios no resultan hoy en absoluto productivos mas que de alucinaciones. El sistema dominante ha hecho de los recursos mas elementales, trabajo, naturaleza y simbolo cohesivo (dinero original), mercancias que sirven para ganar un dinero (entre asocial y antisocial) mediante el imperio del valor de cambio por encima del valor de uso. Prolifera la ambiciun, la avaricia, el egoismo, la ley del mas fuerte, y, en todos, el pavor generalizado ante el avance de mecanismos excluyentes. Es necesario, ciertamente, domar el afan de lucro hoy mediatizador de toda manifestaciun humana -muchos negociantes han llegado al extremo donde, todo, hasta la sonrisa, tiene un precio-. Tambien es preciso ir mas alla de un utilitarismo sobreviviente, defensivo, meramente individual y hasta oportunista. Frente al valor de cambio y el valor de uso, nos dice Francois Plassard, debemos apreciar °el valor de relaciun! Hoy para sobrevivir, las clases medias por ejemplo, tienen que trabajar casi como esclavos para conseguir dinero y relacionarse solo con la caja registradora del supermercado. Plassard nos recuerda que los seres humanos hemos inventado a lo largo de la historia formas colectivas de construcciun social: la economia de impuestos y redistribuciun, la economia de mercado, y, muy importante recordar ahora, la economia del don y la reciprocidad. La economia tiene una prehistoria cercana al millun de aŅos. Todavia Aristuteles, hace 2,300 aŅos, conociu de regiones donde predominaba el trueque. En sus reflexiones eticas y filosuficas, hacia distinciun entre la crematistica -buscar el dinero por si mismo, originador de guerras- y la verdadera economia, daŅada por aquella -o sea, el arte de crear y adquirir los medios necesarios para el sustento de la familia y el Estado, esto es, el cubrimiento de necesidades.- El capitalismo industrial tiene escasos trescientos aŅos y el capitalismo virtual, apenas treinta. Vivimos una epoca de cambios veloces que generan gran incertidumbre. La humanidad debe luchar por superar la tendencia actual de robotizarnos que nos lleva al exterminio econumico de inmensas mayorias hoy sobreviviendo en la miseria y a la destrucciun ecolugica del planeta. La perdida de sustancia y sentido nos lleva a la uniformizaciun de comportamientos manipulados con sensaciones y mecanismos envolventes de pseudo-comunicaciun. Se precisa una autentica conversiun a valores humanos universales y a valores ineditos por descubrir, a traves de procesos de profundizaciun personal y socializaciun. Esto implica una gran mutacion.

Repensar del concepto del dinero

Como sintoma de esta sorprendente mutaciun en muchas regiones del mundo incluido Mexico, se esta dando una revalorizaciun del concepto del dinero. Este fenumeno se ha experimentado ya en otras etapas criticas, pero limitado a paises o regiones en el caso de bancarrotas generales, guerras y revoluciones, independencias e identidades emergentes, etc. Pero hoy el fenumeno es global.

La humanidad en su conjunto ha perdido la facultad de emitir simbolos expresivos de sus valores mas entraŅables y en relaciun a cumo lograr el sustento y el bienestar de cualquier celula social. Existen hoy simbolos amplificados por la supertecnologia de la comunicaciun pero que han resultado seŅales de poder identificadas como facultades exclusivas y excluyentes de determinados grupos, sectores, corporaciones y sistemas criminales.

Se trata del imperio del dinero y la imagen. El poder financiero-monetario y el poder informativo-seductivo, ambos ilusionistas, que hoy resultan mas poderosos que la ley y la autoridad convencional y que en ambos casos se transmiten a traves de pantallas electrunicas.

Los pisos de remates de las bolsas de valores en todo el mundo y los sistemas de televisiun nos ofrecen escenarios con innumerables seŅales de poder emitidas a traves de una constelaciun asfixiante de pantallas electrunicas unas con cifras, otras con sexo, violencia, frenesi visual y, reiteradamente, iconos de toda indole, principalmente politicos aunque tambien noticiosos, deportivos, recreativos. Poder de compra y poder de venta convalidados con liderazgos aparentes y administrados para englobar masas dependientes de seductoras y "apantalladoras" consignas. Michael Jordan, basquetbolista famoso, obtiene unos 30 millones de dulares al aŅo por jugar, mas que el resto de jugadores y organizadores en conjunto. Igualmente, por anunciar los zapatos deportivos Nike, gana el solo mas que todos los asalariados que lo producen.

Es el imperio del mundo virtual cuyo mayor logro es crear pasividad y adicciun al sistema, y consecuentemente el vaciamiento de contenidos autunomos, la nulificaciun de alternativas, el sometimiento de voluntades.

El dinero, como la rueda, o el cero, es un invento original de la humanidad.

Naciu como un recurso simbulico y ritual, para superar limitaciones de comunicaciun y cohesiun, y en vistas a propiciar el sustento y el bienestar, tanto particular como general. En los albores de la historia conocida, el dinero se inventu, como convenciun colectiva, para viabilizar el intercambio de bienes, productos y servicios, mas alla del trueque, limitado este por lo dificil de hacer coincidir ofertas y demandas y en las proporciones deseadas, y cada vez mas, por la proliferaciun de ofertas distintas, el descubrimiento de pueblos distantes, la expansiun de las demandas, todo ello entendido como progreso.

Por otra parte, se viabilizaba asi un espacio o dimensiun mercantil que mediaba entre dos extremos: el don, la generosidad, la deuda moral, por un lado, y por otro, el pillaje, el despojo, la guerra. Nunca tan clara esta contradicciun como cuando Colun llegu a America y chocaron dos culturas, con distintas orientaciones, la del don, incluso el sacrificio, y la de la conquista y el despojo, choque tal vez agudizado por la falta de un medio compatible para los intercambios.

Todo dinero conocido acusaba la recepciun de valores especificos utiles, beneficiosos, significaba una deuda, y daba al portador el derecho a exclamar directamente al deudor o a la comunidad solidaria y responsable, la recepciun de otros valores equivalentes. Se trataba de una seŅal, expresiun convencional y aceptada, para apreciar productos y beneficios del trabajo concreto y proyectar hacia el futuro una obligaciun de reciprocidad.

El dinero en si no era solo un simbolo sino tambien un objeto util. Existen teorias que seŅalan que el primer dinero era un sujeto, reproductor, la mujer, por medio de la cual se establecian alianzas entre tribus y pueblos y se superaban las guerras. La mujer objeto, sujeto y simbolo de dar y recibir (o de arrebatar e imponer?), de paz y reproducciun. El trayecto histurico del dinero objeto pasa por los animales (pecuarius, pecunia), por objetos valiosos o rituales (conchas, semillas de cacao, plumas), por metales preciosos (oro, plata), hasta el invento del billete, iniciandose la desmaterializaciun del dinero, mediante chequeras y cuentas bancarias, tarjetas de credito y, ultimamente, cuentas electrunicas e incluso tarjetas inteligentes.

A la par con la desmaterializaciun del dinero, con el tiempo, tres mil aŅos, el dinero fue pasando de medio a fin, experimentandose primero la acumulaciun de objetos de material precioso y hasta mistico elaborados con trabajo refinado y luego, la generaciun de dinero del dinero mismo mediante intereses en formas cada vez mas implacables.

El gran desafio que hoy tenemos es aprender nuevamente a vernos y considerarnos todos en funciun de lo que valemos intrinsecamente -algo inconmensurable- y a apreciar todo aquello que cada entidad -persona, familia, grupo, comunidad, naciun- aporta a los demas para la subsistencia, bienestar y progreso social, en base al principio de reciprocidad y solidaridad.

La emisiun social de vales simbolos de la entrega/recepciun de un valor util -producto, servicio, conocimiento-, por la cual una persona o entidad se beneficia de otra y se obliga por ello a corresponder reciprocamente con esa persona o entidad u otra igualmente solidaria y comprometida, es propiciar un mercado social con su propia divisa como factor de cohesiun, compromiso y equidad. Ante un mercado francamente totalitario donde solo el mas fuerte y mas astuto prevalece, al grado altamente alucinante y casi diabulico de hoy, en detrimento y exclusiun de los demas, en perjuicio del medio ambiente y el equilibrio planetario, es preciso fomentar los procesos econumicos solidarios que nos permitan restaurar los tejidos sociales y conservar la energia y vitalidad del planeta mismo.

Sistemas de informaciun y confianza Urge que se creen sistemas de informaciun -como "LA OTRA Bolsa de Valores"donde multiples entidades e iniciativas socioeconumicas que se encuentran hoy desconocidas, marginadas, desaprovechadas, puedan asociarse mediante intercambios provechosos y reciprocos, para lograr mejor sus objetivos. Y en terminos mas econumicos y ecolugicos, en una integraciun de disciplinas que pudieramos denominar "ECO-sofia", el Tianguis TLALOC,en practica ya en la Cd. de Mexico- esta procurando vincular en forma de red productiva, a entidades laborales y productivas de diverso nivel de complejidad: granjas, talleres, microempresas, cooperativas, comunidades de base, grupos de servicio, etc., junto con personas, familias y sectores sociales que estan sufriendo el impacto del desempleo, la escasez de dinero y la falta de oportunidades.

Toda persona participante en este Tianguis lo hace tanto en su calidad de productora como de consumidora. Este principio lo enfatiza muy claramente la "Red Global de Trueque" en Argentina, para lo cual ha acuŅado el termino de "prosumidor", practicado hoy por 100,000 personas.

El motivo convocador es crear una economia humana, de abajo arriba y a partir de valores sociales elementales. El simbolo identificador es el uso del vale TLALOC, equivalente a una hora de trabajo social, al cual por convenciun de los miembros del Tianguis, se le fija una equivalencia en pesos, la cual, ante la continua devaluaciun de la moneda oficial, se revaloriza de tiempo en tiempo. Estos vales se combinan con el uso de moneda oficial para completar pagos y dar asi mas oportunidades a quienes cuentan con pocos recursos. Los vales no causan interes ni son para atesorar, por el contrario, debe procurarse su mayor circulaciun pues asi se dinamiza la economia local de mas asociados.

Contar con directorios, bancos de datos, listados, suscripciones, de quienes aceptan comprometerse en el fomento de estos intercambios, y su difusiun por distintos medios, propiciara que los interesados se interconecten y efectuen transacciones bilaterales. Periudicamente se celebran exposiciones, ferias, convivios de diversas escalas y en distintas zonas, para propiciar el conocimiento personal al igual que las ofertas concretas de cada tianguista.

Estos encuentros tienen la virtud de generar relaciun social, simpatia y confianza. Son momentos gratos y provechosos en terminos de sabiduria y aprendizaje, al conocerse singularidades y compartirse experiencias provechosas para la sociedad. Son ocasiun ademas, de intercambiar regalos, efectuar trueques, o mas formalmente, hacer compras o ventas auxiliandose lo mas posible del vale Tlaloc, con lo cual el trueque se convierte en multitrueque, y a partir de una relaciun de dos se incentiva una relaciun circular de muchos. Se recomienda utilizarlos como minimo en un 20% del precio que se haya convenido, completando el pago en pesos, pero es posible cubrir con ellos hasta el 100%.

Este instrumento no es inflacionario pues al ser un vale altamente personalizado, este solo significa verdadero valor cuando se efectua un beneficio mediante una transacciun. El vale es firmado por el comprador beneficiado, quien asi "emite" el vale -como un acuse de recibo por el valor convenido- y con su entrega adquiere una deuda para con quien lo recibe, quien tambien lo firma, convirtiendose este en acreedor ante el mismo beneficiado o cualquier otro oferente en el Tianguis. El vale puede endosarse hasta diez ocasiones y luego canjearse por otro nuevo.

Otro instrumento, llamado TEQUIO, al que se da la equivalencia de un peso, se esta instrumentando para 1999, para que cumpla la funciun del pago fraccionario en operaciones pequenas.

Otros puntos en Mexico se aprestan a generar sus propios simbolos de comunicaciun-valoraciun. En Guanajuato, Hidalgo, Oaxaca, San Luis Potosi, Sonora, Tlaxcala, Yucatan, y en diversos puntos de la Cd. de Mexico, como Xochimilco y ciudades cercanas como Toluca.

Movimiento local-global

Estas experiencias no estan aisladas en el planeta. Por doquier estan surgiendo redes, circuitos y sistemas horizontales de informaciun, comunicaciun, intercambio y progreso local, vecinal y laboral, que, en distintos grados de organizaciun y tecnologia, estan alternando con un sistema monetario y bancario obsoleto. Hace mas de quince aŅos surgieron los LETS (Local Employment and Trade Systems) en Canada, iniciados por Michael Linton. Hoy tambien practicados en Australia, Nueva Zelanda, Inglaterra y Estados Unidos. Muy notable es la experiencia de "ITHACA Hours" en el Estado de Nueva York, que ha impresionado al sumar cerca de mil quinientos establecimientos y microemprendimientos.

Los SEL (Systeme d'Emploi Local) en Francia igualmente proliferan. En Belgica, Suiza, Alemania, Holanda, se dan sistemas similares.

En America Latina, ademas de la ya mencionada de Argentina, cuyo vale se denomina CREDITO, y que ya tambien se ensaya en Uruguay, se han dado experiencias en Ecuador y se estudia iniciarlas en Peru. En Los Angeles se estudia lanzar el ORALE, apoyandose en una palabra vernacula de los mexicanos en California.

Si bien estas experiencias parten casi de lo molecular social, procuran ya integrar microempresas urbanas y rurales, tratando de salvar el gran abismo existente entre campo y ciudad. Un gran paso sera el incorporar empresas medias y grandes que den su testimonio por un mundo mejor, aceptando estos vales para multiplicar su circulaciun y la variedad de productos y servicios al alcance de los tianguistas. Recientemente, una conjunciun internacional de cien procesos regionales que combinan sociedad civil, ONG's y organizaciones populares, provenientes de 40 paises y convocados por el IGGRI (International Group on Grass Roots Initiatives, IGGRI), destacu en Helsinki, Finlandia, Septiembre de 1998, la importancia de este factor simbulico y facultativo que es el "dinero" de la sociedad, no el de los estados ni de los bancos, generandose incluso acuciado interes en representantes de grandes corporaciones preocupadas por el curso que lleva hoy el mundo.

Con una economia en depresiun no es dificil que empresas establecidas efectuen descuentos considerables, del 20 al 40% en sus precios a cambio de vales de circulaciun y beneficio local. Se estaria asi creando una meso-economia, que ni micro ni macro, pueda balancear significativamente la loca carrera por una concentraciun de poder que destruye sociedad y amenaza con destruir el planeta.

Todos los dias.

_________________________ Bibliografia:

-"Une economie de don et de reciprocite". Francois Plassard. 'Maniere de Voir' #41, de 'Le Monde Diplomatique', Paris, Septiembre-Octubre 1998.

-"Fin del capitalismo global: el nuevo proyecto histurico". Heinz Dieterich, Raimundo Franco y Arno Peters. Editorial Nuestro Tiempo. Mexico, 1998.

-"La richesse des hommes: vers l'economie quaternaire". Roger Sur. Editions Odile Jacob. Paris. Octubre 1997.

-"El quid-pro-quo histurico: el malentendido reciproco entre dos civilizaciones antagunicas". Dominique Temple. Ediciones Aruwiyiri, La Paz, Bolivia. 1997.

-"New money for healthy communities". Thomas H. Greco. T.H.G. Publisher, Tucson, AZ. 1994.

-"La gran transformaciun." Karl Polanyi. Juan Pablos Editor. 2a. ediciun. Mexico. 1992.

Luis Lopezllera,
Promocion del Desarrollo Popular A.C.
Tlaloc 40-3, Col. Anahuac
11370, Mexico, DF
MEXICO
Tels.: 52 5 5350325 y 5664265
Fax: 52 5 5921989
espacios@laneta.apc.org